MÉXICO – Acapulco: antes Paraíso, ahora Ciudad de Muerte
La violencia se ha apoderado del paraíso Acapulco
Adolfo González, 78, es jefe de hotel en el clásico de Los Flamingos en Acapulco.
Cuando era joven se mezclaba con invitados como John Wayne y Johnny Weissmüller.
Ahora sólo quedan él y 35 empleados del hotel.
Y 40 habitaciones de hotel con exactamente 0 clientes.
La temporada turística ha terminado en Acapulco, la temporada de asesinatos no.
La perspectiva no puede ser mucho mejor. En la parte superior de la montaña más alta de Acapulco está emplazaso el hotel de color rosa-flamingo con vistas al Océano Pacífico y ardientes puestas de sol.
La famosa La Quebrada con buceadores que se lanzan tras la pared de roca se encuentra a poca distancia.
En la pared del vestíbulo de Los Flamingos cuelgan viejas fotos en blanco y negro de los viejos tiempos. Fotos autografiadas de John Wayne, Errol Flynn, Johnny “Tarzán” Weissmüller.
Aquí debería estar lleno de turistas. Pero sólo encontramos al 78 añero gerente del hotel Adolfo González y a su personal.
– Hace dos meses que tuve un cliente, dice Adolfo González y nos muestra sombrío las habitaciones vacías y una piscina sin usar.
– Así de mal no ha sido nunca. Pero nos levantaremos de nuevo. Acapulco es siempre la número uno!
A decir verdad los turistas extranjeros comenzaron a abandonar Acapulco ya en las décadas de 1980 – y 1990, cuando nuevos destinos en México, como Cancún, atraían. Pero los turistas mexicanos han continuado viniendo.
Pero también ellos sin embargo han fallado este año. Y son las noticias de aquí las que les han atemorizado.
Primero cuando el capo Arturo Beltrán Leyva fue abatido en diciembre de 2009 y Edgar Valdez Villarreal fue detenido en agosto de 2010, pues estalló una guerra entre tres cárteles de la droga rivales en Acapulco. La violencia llegó a un barrio que anteriormente había sido perdonado, cuerpos decapitados se conviertieron en ‘pan de cada día’ y fueron encontrados también en las zonas turísticas de Acapulco.
José fue abatido con nueve balas
Pocos turistas han ido a parar mal, pero aún más acapulqueños. Aproximadamente 900 personas han sido asesinadas en 2011, el segundo mayor número después de la tristemente célebre Ciudad Juárez en la frontera norte con Estados Unidos.
El reportero de radio Julio Vázquez, 40, es uno de los afectados. El 25 de junio, su hijo 17 añero José iba a salir fuera a comprar unas Coca-Colas.
La familia vivía entonces arriba en las montañas que rodean Acapulco, zonas densamente pobladas con bandas de narcotraficantes locales que reclutaban en el barrio.
José nunca regresó a casa ese día.
– Dos chavales 16 añeros se acercaron a él, uno de ellos tenía un arma automática, cuenta el padre con lágrimas en los ojos. Ellos dijeron: “Es así es como te encontramos.”
Después abrieron fuego. José era alto por lo que se necesitó un disparo más antes de que cayera. Nueve balas en total.
– Estaba en una reunión cuando me enteré de lo que había sucedido. Pensé que José estaba sólamente herido por lo que le llamé por teléfono a su móvil.
El asesino dijo: “Tú eres el siguiente”.
Era el asesino el que contestó. Dijo que Julio era el siguiente en el turno (en la lista). Julio Vázquez siempre educó a su hijo a cuidarse de sí mismo y decir no a la droga. Él cree que fue la causa de la muerte de José.
– Le pregunté por qué hacen esto a nosotros. Nosotros no tenemos dinero. El asesino contestó: “Vete a la mierda”, y colgó.
Después de eso Julio Vázquez se ha mudado con su esposa y cambiado su número de teléfono. No podían aguantar pasar todos los días por el lugar donde murió su hijo y temen las amenazas de las bandas de narcotraficantes.
Nuevas víctimas se cosechan casi a diario. Se muestran en las primeras páginas de los periódicos locales. Los periodistas que informan sobre esto no van ellos mismos muy seguros. El diario local El Sur ha sido expuesto a disparos y un ataque con bomba.
Agosto fue el peor mes. 148 asesinatos. Los cuerpos van todos a parar donde el médico Abram Cervantez en la morgue central de la ciudad. La entrada está cubierta de retratos de desaparecidos, retratos de esperanza que aún permanece. Para los que llegan al doctor Cervantez está toda la esperanza fuera.
– He trabajado aquí durante 51 años y nunca he experimentado algo como este año, dice.
– Anteriormente eran baleados y acuchillados. Ahora son a menudo decapitados. Descuartizados.
La mayoría de las víctimas son miembros de pandillas. Pero las pandillas también han comenzado a ampliar sus ingresos mediante extorsión y secuestros.
Las escuelas y los profesores son por ejemplo de repente objetivos. – Colgaron carteles donde exigieron que les diésemos el 50 por ciento de nuestro salario, dice Arturo López, rector de la escuela Emiliano Zapata en el distrito de Emiliano Zapata.
Los militares han sido vinculados
Las amenazas no son vacías. Uno de los profesores de la escuela fue secuestrado en agosto y le exigieron el equivalente a 10 000 coronas suecas de rescate. Los profesores reunieron la suma y el colega fue puesto en libertad.
– Pero él se ha despedido. No se atrevía a estar aquí más. Hemos solicitado y hecho huelga para obtener una mejor protección. A mí me gustaría tener diez guardaespaldas armados.
Él tiene que conformarse con una cámara de seguridad frente a la puerta, una puerta que hoy día está siempre cerrada. Y un botón de alarma. Se encuentra justo a la derecha de la mesa de su escritorio. Tiene que mantenerlo pulsado durante cinco segundos. Pero la violencia en Acapulco con el tiempo se convirtió en demasiado. Así que el 7 de octubre se lanzó la “Operación Guerrero Seguro” (estado federado donde se encuentra Acapulco).
Los militares tomaron el mando, la policía federal fue enviada. Pocos confían en la corrupta, policía local. Soldados fuertemente armados patrullan ahora por eso las calles en vehúclos Humvee y grandes pick-ups. Y ha dado resultado.
– El número de asesinatos se ha reducido en un 49 por ciento, dice Arturo Martínez Núñez, portavoz del gobernador de Guerrero.
Él arranca las estadísticas. En septiembre fueron asesinadas 81 personas, en octubre 104 – en noviembre 27.
– Estamos abajo en un promedio de un asesinato por día.
Y los turistas que se asustaron a principios de este año han comenzado a regresar. En todos caso los turistas mexicanos. Acapulco es una destino de excursión muy popular desde la Ciudad de México y durante el día nacional el 20 de noviembre volvieron aquí de nuevo.
Fácilmente contados los extranjeros
Los acapulqueños toman esto como una buena señal. Pero los turistas extranjeros son cada vez más difíciles de atraer, aunque podemos encontrar algunos en la playa Caleta.
– Sólo vamos a estar un día, dice la holandesa Marije Poldner, 27. Cuando nos registramos en el hotel éramos los únicos huéspedes!
Adolfo González en el hotel Los Flamingos puede seguir esperando a sus huéspedes. No tiene reservas hasta enero del próximo año. Si es que vienen. [expressen.se]