INDIA – Ve bajo tierra en Nueva Delhi
Caos de tráfico, humo de tubos de escape y estresantes ‘sightseeing tours’ – Nueva Delhi solía ser desesperante para turistas. Un Metro de nueva construcción ha sacado ahora como por arte de magia posibilidades de ver una antigua multiciudad que en un tiempo récord ha sido disparada al futuro. Zac O’Yeah de RES (VIAJA) ha dado una vuelta.
Nueva Delhi por fin se ha hecho con Metro. Sinceramente hablando, me sorprendió cuando aterricé en el aeropuerto Internacional Indira Gandhi la semana pasada.
La terminal es completamente nueva, un marcado contraste con el hangar de hormigón con ‘alfombras de goma abollada’ (pavimento de goma con relieve querrá decir?) que daban la bienvenida a la India en el último milenio.
La primera vez que vine aquí, en la década de 1990 y tomé el autobús del aeropuerto, me llevé un ‘shcok’ cultural al leer el cartel en la parte trasera del asiento frente a mí. "Controla debajo del asiento." Y si alllí había una bomba se prometía una recompensa. Así que el lunes, cuando compré una ficha («tokens», «jetons», «gettone») del equivalente a 10 coronas suecas y me deslicé abajo a la estación de tren subterránea, tuve la sensación de que todo el mundo puede cambiar mientras que se da la espalda. El Airport Metro Express, que se inauguró el 2011, tiene como lema: "Viaja en absoluto lujo, confort y seguridad." Sólo una cosa así.
Después de un control de seguridad – el equipaje es controlado por rayos X y se pasa a través de un detector de metales al igual que en el aeropuerto, y se evita por lo tanto buscar bombas debajo de los asientos – se viaja superrápido con el tren que entre otros pasa por la ‘ciudad diplómata’ Chanakyapuri (donde están ubicadas las principales embajada entre ellas la sueca) y empiezo a sospechar que nunca ha sido más fácil llegar a Delhi, una ciudad que antes solía ser honestamente hablando bastante laboriosa desde la perspectiva turística.
Entonces cuando yo escribía guías de viajes a Delhi era la única solución tener una agenda escasa y bien pensada para el día, con quizás un máximo de dos atracciones y por la noche se necesitaban por lo menos el doble de cervezas para limpiar la garganta. Ahora? Desde la introducción del Metro se puede hablar de Delhi versión 9. Porque se monta uno en una estación, mira alrededor durante una o dos horas. Baja al Metro de nuevo y ¡listo!, está uno en otra parte.
En un día tuve tiempo de una conferencia de editorial en la zona universitaria en el norte de Delhi y en el camino, me encontré con un ‘aluparanthawallah’ que eleboraba empanadas de patata tradicionales del norte de la India en su carreta y obtuve un buen desayuno por un poco más del equivalente a una corona sueca y luego almorcé en la colonia tibetana Majnu ka Tilla, que acostumbraba estar tan lejos que nunca se decidía uno a ir allí.
La vieja Delhi ha obtenido un par de paradas. Mi favorita es Chawri Bazar, que se dice es la segunda estación de Metro del mundo ubicada a mayor profundidad y los pasajeros son instados a hacer ejercicio por las escaleras en lugar de tomar la escalera mecánica (que se dice quema más calorías que aeróbics), pero una vez que se ha llegado arrriba al bazar hay allí varios pequeñas puestos que sirven deliciosa comida chatarra india de ese tipo que sólo se puede obtener en Delhi.
El consejo es Shyam Sweets: lucha por un sitio en una de tres mesas y prueba el desi bedmi, que es un desayuno explosivo al precio de ganga del equivalente a tres coronas suecas. Su lassi (un batido de yogur tradicional, con agua de rosas) es excelente y también hacen su propio halva.
Lo extraño con el Metro es que tal vez por primera vez en la historia de Nueva Delhi se puede decir que todos los habitantes de la ciudad tienen algo en común – porque en el Metro se encuentra uno con los pobres, que de repente se han vuelto móviles, así como con los relativamente ricos que han descubierto que es cómodo el viajar en transporte colectivo.
En el mismo vagón se ve a una cuadrilla de trabajadores ‘brutos’ (albañiles, trabajadores de la construcción, carpinteros…), muchos oficinistas, unos cuantos yuppies, montones de estudiantes, algunos que parecen gánsters que uno preferiría no encontrarse con ellos en un callejón oscuro por la noche (pero aquí en el inframundo se mantienen curiosamente tranquilos), y una gran familia de caseros/agricultores vestida de alegres colores de Rajasthan.
Delhi ha cambiado gracias al Metro, tanto geográfica- como psicológicamente.
A pesar de que un billete de ida es tan barato como el equivalente a una corona sueca (hasta un máximo de 4 coronas), se dice que este Metro es uno de los pocos en el mundo que va con ganancias – y es claro que si se venden casi 2 millones de viajes al día apenas hace falta que se sean subsidiados con dinero de los impuestos.
Dentro de un futuro cercano, la red de Metro de cerca de 200 kilómetros de largo será más del doble y se conviertirá en una de los mayores ‘Metros’ del mundo, en orden de tamaño como el de Nueva York, y más grande que el Metro de, por ejemplo, Londres, Moscú o Tokio. En la actualidad hay 6 líneas con 142 estaciones, y hasta se puede tomar el Metro a los estados vecinos, Haryana y Uttar Pradesh. [metro.se/]