ITALIA – “Le Marche, como Toscana aunque más suave”
Comida, vino y una magnífica naturaleza. El distrito de Le Marche es para nosotros los suecos, una región bastante desconocida en Italia, pero tiene tanto que ofrecer como los más famosos distritos de Toscana y Umbría.
Le Marche (Marcas) está centralmente situada en la costa este de Italia, a medio camino entre el mar Adriático y los Montes Apeninos. El distrito ofrece no sólo a los amantes de la naturaleza belleza natural con colinas onduladas y largas playas de arena blanca, aquí obtiene también el gastrónomo el ‘techo de la boca’ satisfecho todo el camino desde la costa y al interior de paisaje montañoso.
El distrito está dominado por dos grandes temas gastronómicos, pescados y mariscos a lo largo de la costa y productos locales como el aceite de oliva, verduras y charcutería en el interior.
Más conocido es Le Marche por sus trufas blancas, que son recogidas principalmente en Sant’Angelo in Vado y Acqualagna en la parte noroeste del distrito.
La famosa trufa es también un ingrediente importante que da carácter a la comida local de buen gusto.
Barbro Guacero es una sueca que vive desde hace 40 años en Italia y tiene conocimientos de Le Marche. Lo típico del distrito son las onduladas colinas con pequeñas granjas/caseríos con patos, conejos, buen vino y aceite de oliva propio, opina ella.
-Se dice que Italia es conocida por su cocina- pero no existe una cocina italiana sino un montón de gastronomías locales, con sus propias tradiciones. En Le Marche son la sopa de pescado “Brodetto alla marchigiana” y no menos importante las charcuterías de la zona típicas del distrito, dice Barbro Guacero.
A lo largo de las laderas del paisaje corren viñedos a alturas tan altas como a 400 metros sobre el nivel del mar. La producción de vino es una parte importante de la economía de Le Marche y los vinos blancos más famosos de la zona son los Verdicchio dei Castelli.
En el promontorio rocoso Conero crece la uva Montepulciano que da vinos de color rojo-negro, ricos y afrutados. Tradición y experiencia en combinación con mucho trabajo e investigación están detrás de cada gota de vino lo que también ha premiado al distrito con una buena reputación de producir vinos de alta calidad.
Si se está interesado por la cultura ofrece el distrito una gran cantidad de interesantes obras de arte, conciertos musicales y arquitectura.
-Sólo dar una vuelta entre los diferentes pueblos es una experiencia en sí misma. Hay básicamente un pequeño pueblo en la cima de cada colina. Cada pueblo tiene también históricos y bien conservados teatros del siglo XVIII que valen la pena una visita, dice Barbro Guacero. [Traducido de Metro.se ‘Le Marche-special’, edición impresa]